Ese algo es el cariño de siete hermanos que vivimos el vino sin medias tintas.
Que recibimos un legado, y lo intentamos convertir en una expresión de respeto, pasión y buen hacer.
Y disfrutamos con ello cada día. Por eso, si ese algo quisiera tener el nombre que aún no tiene, ese nombre sería el de Astil bodegas.